12 de mayo de 2008

UN CAMINO HACIA LO LIMGUISTICO DE LA MUJER

A través de innumerables sucesos históricos políticos y económicos, alrededor del contexto de la organización grupal de los primeros asentamientos humanos, se han establecido unas pautas de sobrevivencia, en las cuales hacen parte la caza y la recolección. A su vez el genero esta muy ligado a las cualidades entre estas dos variables, es decir tanto hombres como mujeres, han desarrollado a través de un proceso sistemático, pautas de comportamiento social que han sido, el punto de partida en la discusión sobre el desarraigo del genero femenino, si a esto se le agrega, la presunta aparición del lenguaje, como factor importante en la evolución del hombre, y su comarca patriarcal, en cierta forma la exagerada sumisión tanto biológico como intelectual de la mujer.

Por el contrario la eficacia de los géneros, al interactuar con el entorno, fue marcada por la consecución de los roles, que fueron predispuestos, por el genero masculino, ya que este a sostenido su liderazgo gracias a la caza y su capacidad de combate. Si bien este argumento no es del todo cierto, se puede reiterar, que la capacidad de adaptación a sido tergiversada, por estudiosos que han estado íntimamente ligados en el sistema masculino lo cual implicaría, una negación a la mujer como un individuo capaz y pensante.

Por esta razón, algunos especialistas afirman, que el comportamiento, debe o puede estar ligado, al grado lingüístico que generen los individuos de cada genero, por lo tanto se tiene como base del lenguaje al “hombre” por que en cierta manera, pudo ser el resultado de las actividades encaminadas que condujeron al desarrollo del lenguaje. Aun que existen otras versiones en donde se plantea que los primeros intentos de lenguaje lo utilizaron las mujeres al socializar con sus hijos.

Posiblemente el criterio lingüístico de la mujer fue marcado en la producción del grupo social, por que en cierta forma, debió especializarse, en los trabajos estéticos y manuales, es decir el trabajo de cerámica y utensilios de cocina. Tal vez, este fenómeno produjo la total reforma en su código lingüístico recayendo, en lo cotidiano y perdiendo el sentido crítico, para pelear con el género masculino su status.

De acuerdo con lo anterior, el género femenino difiere del género masculino, en el hecho, en que el código lingüístico, es más complejo e idóneo en situaciones tanto simples como complejas. Los hombres pueden ser conversadores consumados, cuyos temas abarcan tanto el ámbito político, como las relaciones de poder con el propósito de reiterar una vez más la manipulación hacia el sexo opuesto “la mujer”.

En las sociedades actuales, es importante abrir un paréntesis acerca de las circunstancias por las cuales la mujer del siglo XXI no ha podido, romper definitivamente con el yugo masculino, una vez mas se recae en el aspecto socio-cultural y lingüístico, del presente. Sin embargo hay que mirar la historia como tal, llena de intromisiones del hombre en los medios de producción, y el paso que tuvo este, para controlar la producción y así hacerse con una de las fuentes de poder mas grandes que ha creado el hombre el “poder industrial” y el “poder postindustrial” la cual se esta defiendo este ultimo, por el uso del lenguaje masculino en los medios de comunicación como: Internet, prensa, radio, y televisión.

De la misma forma, cuando la mujer acepta la estructura social capitalista y patriarcal, puede estar al mismo nivel que el género masculino, solamente cuando, se le cohíbe de engendrar, ya sea por una orden o por decisión propia, de modo que esto podría abarcar uno de los factores de dominación, conforme a la mujer; pues estaría ligado al manifiesto que la ideología de la dominación procede de alguna forma, en la asignación de tareas.

En consecuencia esta ideología, es alienante ya que ejerce presión, por medio de los valores sociales, pues la mujer deben hablar de un modo sociolimguisticamente correcto, pero como medida preventiva, es mejor que no hable demasiado, por que puede ser peligroso y conflicto para su integridad personal.

De cierto modo el poder hegemónico del hombre abarca grandes círculos sociales y sus dimensiones repercuten, en lo intelectual, político y económico de la gran mayoría de las sociedades mundiales.

[1]Florence Thomas, hace alusión, a la macabra intención del hombre dominante parar erradicar definitivamente al género femenino de su camino, ella plantea lo siguiente:

[2]“si todas estábamos construyendo una mirada, de una irremediable sospecha epistemológica que nunca mas nos dejaría tranquilos, aun cuando cada una de nosotras la asumiría de manera distinta.

Pero desde nuestro sexo construimos un lenguaje común, una mirada cómplice de mujeres ilustradas que yo no podría yacer por más tiempo en la indiferencia y la neutralidad. Conocimos así el largo reino de las diosas madres que imperaron antes del monoteísmo jadeó cristiano, hasta que un dios único y castigador nos dejo huérfanos de diosas y de poder sagrado”.

En cuanto a como mira florens la perspectiva del lenguaje en la mujer y en su propia experiencia afirma:

[3]“tengo que confesar que el día que me pensione sentí una inmensa libertad en relación con el lenguaje y el discurso académico. No hubiera escrito [4]“conversación con un hombre ausente” desde la universidad.

Lo pude hacer desde una fidelidad con migo misma, desde alguna liberación de mi diferencia sexual, tratando de darle cuerpo y palabra a mi ser mujer, sin tener que justificarme frente al sistema lingüístico que no encontraba concordancia con mi piel, con mi cuerpo. Lo hice sin recurrir a la escritura del otro, cosa que la universidad no me hubiera permitido y aun no permite a nadie. El lenguaje es, como el sujeto que lo habla, sexuado. No puede ser neutro; es sexuado y solo ahora el mundo esta empezando a descubrir y escuchar estos lenguajes asignados por otras historias, particularmente por la historia de la diferencia sexual, lo mas irreductible de todas las diferencias”.

Para concluir, la situación de la mujer, debe cambiar no en palabras futuras debe cambiar ahora en el presente, cuando las oportunidades intelectuales a si lo permiten, e indiscutiblemente la mujer del siglo XXI, debe adentrarse en la critica, de la sociedad patriarcal, en donde cuestionar, cambiar y comprender, deben ser sus pilares esenciales en la pelea justa contra el monopolio social de status y la abolición social y presión que ejerce este ante sus expresiones lingüísticas.

La maquinaria capitalista es desconsiderada, posesiva e humillante, sirve a los corruptos de intelectos para amasar poder e inculcar el desequilibrio social, del género femenino dependerá, gran parte del cambio de este sistema, que llevaría al mundo a una verdadera forma de pensar, obrar y sentir. Como afirman algunos alquimistas espirituales los denominados “astrólogos” la [5]“era de acuario” empieza con la mujer y esta determinara su futuro en la sociedad.


[1] THOMAS FLORENCE nació en Rapen, Francia es sicóloga y magíster en psicología social de la Universidad de Paris actualmente dicta clases en la facultad de sicología de la Universidad nacional, siempre se ha preocupado por la participación de la mujer en la sociedad moderna, a trabajado con los aspectos del genero femenino y ha hecho investigaciones entorno al tema del sexo femenino.
[2] TOMAS FLORENCE, Genero femenino, Editorial Aguilar, 2003, Pág. 105
[3] TOMAS FLORENCE, Genero femenino, Editorial Aguilar, 2003, Pág. 131
[4] libro que trata de dar una explicación del porque la mujer es enajenada, así como la critica de la revolución femenina, y su completa libertad de pensamiento ante el hombre.
[5] Era en la cual supuestamente y desde la perspectiva de la seudo ciencia, empieza un nuevo ciclo para la etapa del hombre, esto puede implicar mayor acercamiento y comunicación con los demás, posiblemente comienza a partir del nuevo milenio y podría estar llegando a su fin en el año 2016, cabe decir que traerá grandes estímulos para el género femenino.

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